Me gustaría tratar otro tema que no fuera este, pero cuando hablamos de
vida también debemos tener en cuenta la muerte y, lamentablemente, el momento que
estamos viviendo hace que las noticias de personas conocidas y, en ocasiones,
familiares que han fallecido en estos días a consecuencia del Covid-19 o por otras
causas, sean habituales. La situación excepcional hace que el duelo se lleve a
cabo de una manera diferente y, por ello, no podemos olvidar en cómo pueden
vivir esto nuestros niños y niñas y cómo acompañarles y sostenerles en este
proceso.
Si ha fallecido un familiar cercano, espero que este artículo pueda responder
a esas preguntas que os estaréis haciendo:
¿qué
hacemos?
¿cómo
se lo explicamos?
¿estará
preparado?
¿
qué recursos puedo utilizar?
“ yo también lo estoy pasando mal, ¿debe
verme así?”
- · En primer lugar, sed sinceros. No se lo ocultéis ni esperéis a que
acabe todo para contarlo por miedo a su reacción, nosotros estamos para
acogerla y validarla. Aunque se lo ocultásemos pueden ver que algo ha pasado
pero no saben qué, observan nuestras reacciones, nuestro comportamiento y en el
pensamiento infantil pueden llegar a la conclusión de que es culpa suya la
situación. Por ello, lo mejor es contárselo, adaptándolo a la edad que tienen.
Cuanto más pequeños la manera debe ser más sencilla, a medida que van siendo
más mayores nos irán haciendo preguntas, que no debéis tener miedo a contestar
y si no sabemos qué decir en ese momento ser honestos “ no lo sé”, pero no
mentirles por edulcorar la realidad. Lo importante es que se sientan atendidos
y escuchados. En los comentarios que pongáis si me dáis maás datos puedo daros
pautas en función de cada situación particular.
- No déis mensajes equívocos. Sobre todo lo que haga pensar al niño que la persona que ha fallecido va a volver. Por ejemplo: "se ha ido de viaje", porque es importante que sepa que no va a verlo más. No podemos generar esa expectativa en ellos. Lo ideal es decirles que se ha puesto muy, muy, muy malito ( hay que incidir en que es muchísimo para que no se piensen que cuando ellos se pongan malitos es que se van a morir) A mí me gusta utilizar la metáfora de que " nuestros cuerpos son como los coches que se van estropeando, hasta que ya no funcionan. A ….., no le funcionaron sus piezas". Estos mensajes son para los niños más pequeños porque a medida que van creciendo podemos hablarlo más claramente y sin metáforas.
- Si ya sabemos que la persona va
a fallecer, podemos prepararles para cuando llegue el
momento. "El abuelito está muy malito...y no sabemos si vamos a verle
más". De esta manera, no es una noticia que se da de repente, si no
que se va preparando el momento.
- Pueden tener diferentes reacciones al respecto:
- que haya algún tipo de
regresión ( se vuelvan a chupar el
dedo, pedir el chupete…)
- cambios en el sueño, en la
alimentación…
- que muestren tristeza, ira, miedo
- que reclamen más atención,
- que no le den importancia en
un principio, pero luego cambien su conducta.
- que no quieran hablar de ello
- que se obsesionen con el tema
de la muerte, nos pregunten mucho sobre ella
Todas ellas forman parte del proceso del
duelo en los niños pero, si vemos que perduran mucho en el tiempo, también
podemos pedir ayuda especializada.
- Tened en cuenta que ellos
también son parte de la familia, no podemos mantenerlos al margen y,
en la medida de lo posible, debemos animarlos a participar de los
homenajes que hagamos a esa persona fallecida, pero también debemos
respetar si no quieren hacerlo. Dadas las circunstancias, podemos ayudarles
en el duelo con las siguientes alternativas para poder expresarse:
v Que le hagan un dibujo.
v Soltar un globo que
llegue al cielo con un mensaje.
v Una carta los que sepan
escribir o podemos escribir una juntos de despedida.
v Se puede hacer un
funeral con la familia más cercana por videollamada y que ellos estén presentes.
v Se puede hacer un rincón
del recuerdo con una foto, que le hagan un dibujo, lo decoren con cosas que le
gustaban.
v Hablar sobre momentos
vividos con esa persona, anécdotas positivas. Que no tengan la sensación de que
cuando una persona se muere, desaparece sin más, que ya no se habla de ella, ni
se la recuerda. Intentad que no sea un tema tabú y hablad lo que necesitéis
sobre esa persona.
- Mostrad vuestros sentimientos. Los niños tienen que ver que
al igual que podemos estar alegres, podemos estar tristes. La vida es eso:
alegrías, penas, sorpresas, .... Llorad juntos, si así lo sentís. Es
algo humano y lógico, dada la situación.
- Intentad mantener las rutinas. Con ellas se siente más
seguros
- Dejad que se expresen. Que nos cuenten cómo se sienten, qué piensan al respecto. Validad sus emociones, evitad las expresiones de “ no llores”, “ no tenemos que estar tristes” porque también hay que sentir la tristeza, hay que dejar que haga su función. Todo esto les ayudará a aprender a gestionar sus emociones con un clima de confianza donde se sientan seguros y libres de expresarse, mostrándonos accesibles y atentos a lo que sienten, dedicándoles tiempo para que se puedan abrir con nosotros.En este sentido hay un libro que nos puede ayudar el libro de Anna Llenas "Vacío".
- Utilizad los libros como
recurso. Como
ya os he comentado en otras ocasiones, nos pueden ayudar mucho para ayudar
a los niños a expresarse, a iniciar una conversación sobre un tema que
queramos tratar. Yo os recomiendo los siguientes:
Son momentos difíciles para todos, pero también son parte de la vida y es
importante saber cómo podemos ayudar a nuestros niños. Por ello, espero haberos
ayudado con este post y que cualquier duda que tengáis al respecto me la
transmitáis a través de los comentarios.
Un abrazo a todos los que estéis pasando por este trance.
Para la realización de este post he tenido en cuenta la "Guía para las personas que sufren una pérdida en tiempos del Coronavirus " de distintos autores expertos en duelo.