martes, 14 de julio de 2015

Enseñar buenos modales

El post que escribo a continuación podría complementar, perfectamente, al que escribí las pasadas vacaciones de verano: http://dudasdepapas.blogspot.com.es/2014/08/educar-en-vacaciones.html
En él hacía referencia a qué podemos aprovechar a trabajar en esta época que tenemos más tiempo para pasar con nuestros niños.
Pero, por otro lado, los buenos modales, sobre los que voy a hablar en este post, y que con la importancia que en mi opinión tienen, se enseñan en el día a día, en todos los contextos y por todas las personas implicadas en la educación del niñ@. Lo que sí es cierto, es que en vacaciones, hay un mayor número de contextos diferentes y situaciones que enriquecerán esta tarea.
Y me preguntareis....¿ y cuándo comienzo a trabajar los buenos modales con mi hijo?
Mi respuesta es...desde el minuto uno, pues desde que comienza su vida les estamos dando ejemplos de comportamiento que, aunque en un principio carecerán de significado alguno, poco a poco irán encajando en el puzzle y, por deducción, acabarán descubriendo su porqué.
Me explico, cuando vemos a alguien le saludamos, le damos la mano, le decimos buenos días, incluso al propio bebé... Esto último, no lo hacemos por buenos modales, sino como una herramienta para comenzar una "conversación" con él y ahí, le estaremos ayudando también, a establecer los turnos de palabra: primero mamá-papá, esperamos para que responda... Y así un momento tras otro, día tras día, hasta que el bebé ya sabe qué es lo que debe hacer en esa situación o juego.
Primero, siempre lo vamos a hacer con nosotros, con sus figuras de apego, y después se irá extendiendo a otras personas de su entorno cercano, hasta que lo haga con el resto.
Estoy pensando que podría comenzar una guía de estimulación temprana...si puedo y estáis interesados...ahora que tengo mas tiempo puedo ayudaros en este sentido.
Siguiendo con el tema del post, ¿ qué buenos modales podemos enseñar a nuestros niños? ¿ y cómo?
Iré de lo más sencillo a lo más complejo. Desde lo que se puede enseñar antes a lo que se puede enseñar después.

  1. Saludar y despedirse. Desde el ámbito familiar hasta al entrar en un comercio, por la calle. Además para ellos es muy divertido, pues, además, la gente les responde, les sonríe, es como un juego y está reforzado positivamente con el comportamiento de las otras personas... Normalmente, alguien suele comentar " qué niño más simpático". Tampoco hay que forzar, simplemente sugerir. Él mismo se irá dando cuenta de los beneficios de ese comportamiento. Además hay unos niños más tímidos que otros y a veces  todos pasan etapas de vergüenza...no le deis importancia, dejadles su espacio.
  2. Gracias y por favor. Con el mismo refuerzo vamos a conseguir que pronuncien estas expresiones. Pero, claro, siempre y cuando vean que nosotros también las utilizamos,  y con ellos los primeros, desde el "minuto uno". Sugiero acompañar las expresiones con una explicación al respecto, puesto que en un principio carecerá de sentido para ellos. "Gracias, me ha gustado mucho cuando me has ayudado" " por favor, ¿podrías acercarme el pan?". Os voy a poner un ejemplo personal: a mi hija de 17 meses le estoy enseñando a pedir las cosas por favor, no es en sí la palabra lo que me interesa,si no el comportamiento que le acompaña. De un tiempo a esta parte, se estaba acostumbrando a pedir las cosas gritando "¡agua! ¡Pete( chupete)!  Ahora le digo " pídelo bien" y me lo dice sin gritar y luego le digo " por favor" y cuando me lo dice, se lo doy y yo le digo " ¡muy bien Lola, así se piden las cosas, sin gritar, eres una campeona! He comprobado, que incluso por la noche, cuando pide agua, lo hace sin llorar ni gritar. Quizás dentro de un tiempo vuelva a hacerlo, pero ahora mismo ha visto que consigue lo que quiere sin necesidad de exigirlo de esa manera y ella está más contenta.
  3. Esperar turno. De palabra, en un juego, en la cola del supermercado. Esperar a que los adultos le puedan atender... Esperar, ¡ qué aprendizaje tan importante! el no darle las cosas de manera automática, le va a ayudar mucho en lo sucesivo. 
  4. Buen comportamiento en la mesa. Siempre de acuerdo con el nivel de desarrollo, de cada niño, sin forzar,  respetando su ritmo de aprendizaje. Sentarse correctamente, emplear los cubiertos, comer de manera limpia,...
  5. Normas de comportamiento en distintos contextos. En la biblioteca ( silencio y hablar bajito), en el supermercado ( esperar turno, no desordenar las cosas y si se ha cogido algo, por curiosidad, devolverlo a su lugar), en un restaurante ( estar sentado mientras se come, esperar...), en la iglesia, tanto si se cree como si no ( silencio, no tocar las cosas...),.
  6. Dejar salir antes de entrar. Cada vez veo que esta norma social, se respeta menos. En el metro a veces la gente arrasa para salir o para coger un sitio y, esto, los niños lo ven y lo aprenden.
  7. Ceder el sitio. En el metro, el autobús, no hace falta que lo haga el niño directamente, pero si vemos una embarazada, un anciano, o alguien que lo necesite más que nosotros podemos cedérselo y explicarle al niño  por qué lo hemos hecho. Nuestro ejemplo vale más que cualquier otro. Y con él, también aprenderá el siguiente buen comportamiento.
  8. Ayudar a otros. Llevar las bolsas a un anciano, ayudar a una persona invidente...


Esta es una pequeña lista que ejemplifica lo que podemos trabajar con respecto a los buenos modales con los niños. Hay más aspectos, he querido recoger los más básicos. Pero si queréis añadir podéis hacerlo en los comentarios.


Un besazo y hasta el próximo post.

jueves, 2 de julio de 2015

Aquellos maravillosos padres y madres...

Después de casi dos semanas del cierre del colegio donde trabajé los últimos 9 años, me gustaría hacer una reflexión sobre esto.
Estoy muy orgullosa de haber trabajado allí, he aprendido mucho; básicamente, he crecido como profesional.  Me llevo muchas cosas: conocimientos, experiencias, recuerdos, caras, nombres y apellidos que no olvidaré nunca,  amig@s y, sobre todo, la sensación de haber hecho algo importante....grande! En cada niñ@ con el que he tenido la suerte de trabajar, he puesto mi granito de arena para la persona que será mañana y, eso, no lo puede decir cualquiera.
Pero, también, he sentido que, realmente, a aparte de como profesionales, se nos ha valorado como personas.
No hay mayor orgullo para un profesor o maestro que pase el tiempo y las familias se acuerden de tí, que sigan hablando a sus hijos de lo que aprendieron contigo, que te saluden, te pregunten y te den un abrazo cuando te ven. Ellos han formado parte de tu vida y, viceversa. Las personas que más nos marcan, nunca las olvidamos.
Así, el día de la despedida, al igual que desde hace unos meses, vinieron a visitarnos padres de otras clases, de otros años, al colegio, a la clase, cuando se enteraron de la noticia. Simplemente para preguntar qué tal estábamos, cómo lo llevábamos y recordarnos que seguimos siendo grandes profesionales y que alguien en un futuro, esperamos que cercano, sabrá percibirlo y valorarlo. ¡Algunos hasta nos hicieron campaña!
No sabéis el apoyo tan grande que significó en nuestro día a día, cuando los ánimos no eran los mejores y simplemente nos movía el hacerlo lo mejor posible por vuestros niños, por nuestros niños.
A los de este año deciros que ellos han sido nuestra alegría, que nos han enseñado muchas cosas, que los llevo grabados en mi corazón como en la medalla que me regalásteis, que agradezco vuestras palabras de aliento, vuestras buenas intenciones por ayudarme... No se me va a olvidar nunca.
A aquellos maravillosos padres de los que he hablado...a todos....GRACIAS, GRACIAS Y GRACIAS...sois especiales.
Ahora a mirar el futuro, para adelante, esperando tener la oportunidad de aprender, enseñar...Pero con este bastón el camino se llevará mejor.