miércoles, 29 de enero de 2014

La agresividad en los niños

Un tema muy habitual en las clases o en las consultas de los padres es el del "niño que pega".
La agresividad en los niños tiene un porqué, nada es por casualidad y, en la medida que nosotros lo entendamos, podremos ayudar a extinguir este tipo de conductas.
Es un problema que no afecta sólo al niño que es agredido, sino también al que agrede. Las consecuencias para el primero son obvias , pero para el que pega también las hay. Desde ser agredido también como respuesta a haber pegado, como ser aislado por los demás por este hecho, a parte del posible rol que le podemos asignar y que por ello siga manteniendo la conducta desadaptativa.
Por ello, a continuación, trataré los factores que influyen, la intervención y  los errores que podemos cometer con respecto al tema.

FACTORES que influyen en la agresividad de los niños:

    • Problemas o retraso en el lenguaje: Si un niño no sabe hablar o le cuesta, ante un conflicto, su manera de actuar será muy primaria. (Si un niño quiere un juguete, en vez de pedirlo, pega al compañero y lo coge). En esto influye directamente la edad. A partir del año, cuando los niños se relacionan entre ellos, se dan muy a menudo este tipo de conductas.  Esto es normal. Pero es importante ver que el retraso del lenguaje afecta directamente a otras áreas, en este caso la social. Por otro lado, por mi experiencia he visto cómo algunos niños que han venido de otros países con un idioma distinto al nuestro tenían este tipo de conductas, hasta que iban defendiéndose con él. Cuanto más hablaban o entendían, menos pegaban.
    • Modelos del entorno agresivos: Si la forma de resolver los conflictos en casa es agresiva tanto verbal como físicamente... por imitación, el niño se comportará de la misma manera con sus amigos. Aquí incluyo a los hermanos mayores que utilizan el juego físico, normalmente más lo chicos que las chicas. Cuando hay muchos hermanos, a veces, es la ley del más fuerte y después el niño generaliza ese comportamiento a los diferentes entornos.
    • Tiene un hermano pequeño:  a veces los hermanos pequeños, en torno al año-año y medio, pegan, muerden, arañan y esto, sumado a los celos hacen que el mayor desarrolle esta conducta
    • Exposición a escenas violentas: Si el niño ve dibujos donde salen peleas, de guerra...etc. Lo trasladará a su juego habitual.
    • Situaciones familiares estresantes: Ante sentimientos que no controlan y no conocen, por una situación familiar difícil (divorcio con enfrentamiento por parte de los padres...) a veces cambian su comportamiento y pegan. Nosotros los profesores somos observadores privilegiados. Muchas veces podemos darnos cuenta de que puede haber algún problema en el seno familiar, por el cambio de actitud de los niños: observando cómo se relacionan con los demás y a través del juego simbólico.
    • Falta de habilidades sociales: Aquí el niño obtiene un beneficio de la conducta agresiva: el hecho de dominar a los demás, que de otra manera no conseguiría.
    • Baja tolerancia a la frustración: Niños que no saben perder, que siempre quieren hacer lo que ellos digan... cuando no se salen con la suya...pegan.
¿Cuál será la INTERVENCIÓN ante una conducta agresiva?

  1. Si presenciamos una conducta de este tipo hay que actuar de manera automática.  Utilizaremos el llamado "tiempo fuera", es decir sacamos al niño de la situación un ratito, corto, mientras ve que todo continúa sin él. Se le explica por qué hemos actuado así. (" como has pegado a tu amigo ahora no puedes jugar"). Sin gritos, sin llamar demasiado la atención. Cuando decidamos que se vuelvan a incorporar a la actividad, hablaremos con ellos, poniéndoles la situación desde su punto de vista (¿A ti te gustaría que te pegasen? ¿querrías jugar con un niño que te pegase?), para que vean las consecuencias negativas de su conducta. Y hablamos con ellos sobre el qué les ha llevado a actuar así, les damos alternativas positivas (" dímelo a mí y lo solucionamos" " si le pides las cosas a tu amigo por favor a lo mejor te lo deja...") e intentamos solucionar el conflicto anterior de manera pacífica. De esta forma le damos un ejemplo sobre como hacerlo sin pegar. Normalmente suelen conseguir lo que querían de esta manera. También podemos retirarle algún privilegio.( no pintarle una carita en la mano y al resto sí, no dejarle ver sus dibujos favoritos...)
  2. Si vemos que la situación se va a dar, es decir, todavía no han pegado, pero vemos que lo van a hacer, avisamos ("...creo que así no se consiguen las cosas"). Si ante el aviso no hacen caso se actúa como en el punto anterior.
  3. Cuando solucione adecuadamente un conflicto aplaudírselo, valorárselo... ya sabéis, reforzárselo.
Además de esto tendremos en cuenta que:

  • El entorno es un modelo a imitar por parte del niño: Debemos evitar conductas agresivas en casa para resolver los conflictos.
  • Si surgen los celos y el niño se comporta como su hermano pequeño. Seguir las pautas de la entrada de "Los celos ante la llegada de un nuevo hermano". Y explicarle que el pequeño muerde, araña o pega por eso, porque es pequeño, y no ha aprendido que así no se consiguen las cosas, pero que entre todos le vamos a enseñar.
  • Evitar, en la medida de lo posible, los dibujos, películas...etc de género violento.
  • Realizar role-playing (representación) en los que se den situaciones correctas o incorrectas, de manera general en clase o en casa. Y comentar entre todos cuál sería la conducta correcta y cuál no. O dejar la situación inacabada y preguntar cómo deberíamos actuar. ( Mostrar a dos niños que quieren el mismo juguete... ¿qué tendrán que hacer para jugar con él? ¿cómo lo resolverían?)
  • Darles alternativas de juego: Hay niños que sólo saben jugar a las peleas. Y, normalmente, suele empezar como un juego y al final alguien termina llorando porque le han pegado más fuerte. Los niños a veces no controlan su fuerza. Muchos, sobre todo los chicos, necesitan este juego físico, pero podemos darles opciones: jugar al futbol, a los piratas, a algo que tenga una historia y no sea "pegar por pegar". Si les enseñamos juegos, evitarán esas conductas, porque en los juegos hay normas y, por regla general, las conductas agresivas no forman parte de ellos, es más no se admiten.
  • No poner etiquetas: "Este niño es un pegón". Los niños actuarán según vean que se espera de ellos. Y este tipo de comentarios hace que ellos asuman  que son así y no pueden actuar de otra manera.
Si todas estas pautas no solucionan el problema, habría que hacer una intervención mucho más personalidad, con registro de conducta.

Para terminar, debo comentar algunos ERRORES en los que podemos caer:

  • Aunque socialmente está muy establecido, el "si te pegan, pega" o "prefiero que pegues a que te peguen", debemos evitarlo. No le estamos dando un modelo adecuado de resolución de conflictos.  ¿Os imagináis que llegáramos al trabajo y nos pegásemos por una grapadora? Pues no lo hacemos porque hemos aprendido a manejar las situaciones de otra manera.
  • CUIDADO: Siempre hay que ver por qué se ha dado un conflicto y por qué uno de los niños ha pegado. Si pega, está mal, pero a lo mejor el otro niño también ha provocado la situación y también hay que regañarle a él.  Además tanto profesores como padres, tenemos que saber realmente cómo ha sido la situación que en un momento determinado nos ha contado nuestro alumno o hijo. Ya que, como es lógico, cada uno cuenta su versión. Y cuando a un niño se le cuelga el cartel de "pegón", parece que ya no cuestionamos que ha sido su culpa...y a veces no es así. Como anécdota, contaros que en más de una ocasión me ha pasado que un niño ha venido llorando porque le han pegado y decirme los demás que había sido "no se quién" que ese día no había venido ese día. Así que no os creáis todo lo que nos cuentan... a veces mienten.¡ Comprobadlo!´

Muchas gracias por seguirme.
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lunes, 27 de enero de 2014

La importancia del refuerzo positivo



En  las anteriores entradas he ido comentando que para instaurar, modificar o mantener una conducta, el refuerzo positivo es muy importante.

Pero, ¿qué es eso del refuerzo positivo?

Básicamente, es responder de forma positiva ante el comportamiento del niño. Bien de una manera más material (  dándole pegatinas, dibujos), premiándole a través de una actividad (ir al parque, ver sus dibujos favoritos), más emocional ( a través de mensajes que le puedan  ayudar a mejorar su autoestima), o actitudinal ( dejamos de hacer lo que estábamos haciendo para celebrar lo que ha hecho, ...en clase enseñar un trabajo,... en casa comentarlo entre todos)

Me gustaría centrarme en el refuerzo positivo a través del lenguaje. Los demás son más fáciles de comprender y, además, como tengo en mente hablar sobre los registros de conducta en otro momento, también tratataré el resto.

Os dejo el enlace del blog de una gran amiga y gran profesional, que escribió hace poco una entrada  relacionada con los mensajes que les podemos dar a los niños para reforzarles positivamente. Hay muchos ejemplos. Os recomiendo que además os déis una vuelta por él, pues tiene muchos recursos  que os pueden servir tanto a padres como profesores. También lo podéis ver a través del apartado de los blogs que sigo.


http://misrecursosparaeducacioninfantil.blogspot.com.es/2014/01/mensajes-positivos-para-favorecer-la.HTML


¿Cuándo debemos reforzar positivamente?


- Antes de realizar la actividad: Esto les da mucha seguridad y confianza. Y ya les estamos mostrando las expectativas que tenemos sobre el niño.( "Sé que lo vas a hacer muy bien", "ya verás qué bien te sale"). Es darle un pequeño empujoncito a los tímidos, que a veces no se atreven a hacer algunas actividades. Y desmontar el rol del algunos que ya tienen asimilado que son "los que se portan mal".( yo sé que eres muy mayor y vas a saber comportarte,...). El niño se comportará según nosotros esperemos de él. La actitud, los mensajes que él reciba los hará suyos y, en función de cuáles sean, actuará.

- Durante la misma: Es para apoyar, animar, motivar...( "qué bien lo estás haciendo"," genial"," sigue así")

-Después de realizarla: Para premiar en sí mismo el comportamiento ("Estoy muy orgullos@ de ti"," ¿ves cómo lo puedes hacer?"...)

Con niños pequeños, cuánto menos edad tengan, más automática tiene que ser nuestra respuesta. Si no, no funciona, y ellos no le encuentran el sentido.

No podemos decirle dos horas después que ha hecho algo bien. Hay que darle su importancia, que ellos vean que de verdad estamos interesados en lo que hacen.
Acordaos que somos un ejemplo para ellos, si no les hacemos caso, ellos a nosotros tampoco, no se lo podríamos exigir.( " espera que termine de jugar con el Ipad y ahora miro lo que has hecho". No, dejo lo que estoy haciendo y le premio, después ya continuaré con la actividad)

Sé y entiendo que es difícil llevando la vida que llevamos, corriendo a todos los lados, a veces necesitamos nuestro espacio, pero es cuestión de 2 minutos y los beneficios son muyyyyyy grandes.

Tampoco debemos pensar que con una vez que lo hagamos vale. Hay que ser constante.
El tiempo que tardaremos en conseguir lo que queremos depende en parte de otros factores: edad y características personales del niño, qué es lo que nos proponemos,...

Para despedirme de esta entrada os voy a reforzar positivamente yo también: " Estoy muy contenta con la acogida que estoy teniendo por vuestra parte. Seguid así y compartid mi blog con quien conozcáis"

Si queréis enteraros de todas las novedades del blog, podéis seguirme a través de Facebook también. He creado un grupo de "Dudas de papás". Enviad vuestra solicitud de amistad.

Por último deciros que si en algún momento  dejo de escribir entradas no es porque el blog ya no funcione, es que habré pasado de la teoría a la práctica y habré sido mamá, me faltan pocos días. En cuanto pudiese lo retomaría. Pero podéis aprovechar para sugerir temas y contar vuestras experiencias personales. Recordad que es un blog dinámico y entre todos lo hacemos.

Muchas gracias. Hasta la próxima entrada.



miércoles, 22 de enero de 2014

Hábitos de alimentación


Atendiendo a algunas de vuestras sugerencias, que espero sigáis proponiendo, el tema al que dedico esta entrada es el establecimiento de los hábitos de alimentación.
Siguiendo la línea que me he propuesto  en el blog, no atenderé a la parte de  la alimentación sana, en ello no soy especialista, sino que me interesa más mostraros cuáles deben ser las rutinas, conductas,..  que deben adquirir los niños en base al acto de alimentarse. Y vosotros, ya seáis padres o profesionales de la educación debéis fomentarlas, pues sois una parte muy importante en las mismas.

¿Cómo instauraremos este hábito?

  • Estableciendo un horario: Aproximado, no tiene que ser exacto, pero que se repita en el tiempo, pues los niños hasta que aprenden las horas no son conscientes de la estructuración del mismo, pero sí se fijan en las actividades que preceden a este acto por la sucesión de rutinas a lo largo del día. Esto les dará seguridad. (ejemplo: si entre diario juega, se baña y cena, hacerlo así todos los días, no le cambiamos el orden). Los fines de semana se puede ser más flexible y, de hecho, se debe, hay que seguir un orden pero sin obsesionarse
  • Tiene que tener un sitio fijo para comer: no comemos un día en la cocina, otro en el salón, ni corriendo por el pasillo...jijiji. El niño tiene que ver que la comida tiene su importancia y lleva su rito particular.
  • Siempre se lavará las manos antes de comer, no hay excusas y, si tiene una edad adecuada ayudará a poner la mesa. Le mandaremos mensajes positivos cuando lo haga: " ¡qué bien! Me encanta que me ayudes". Le haremo saber que tiene una responsabilidad importante en este aspecto:" Menos mal que has puesto las servilletas, si no, ´¿cómo nos íbamos a limpiar?"
Pero ¿qué ocurre cuando surge alguna dificultad ? A continuación os planteo posibles PROBLEMAS Y SOLUCIONES. Evidentemente, me refiero a aquellas  conductas que se siguen dando cuando a su edad deberían estar extinguidas.

- No come sólido. En este caso debemos dividir el método para volver a introducirlo en diferentes pasos. Primero se hace el puré menos triturado, se le va añadiendo trocitos,  se le da alimentos sólidos que le gusten o le llamen la atención y, por último, se le da todo tipo de comida sólida. He visto muchos casos de niños que comen sólido selectivamente, me explico, que no se comen el filete, pero con el bocadillo de nocilla, no tienen ningún problema. Claramente no es por algo fisiológico. Cada vez que el niño coma algo sólido le premiaremos al final de la comida con alguna pegatina,  pintándole un muñequito en la mano... y si no se lo come, paciencia, le insistimos con tranquilidad cada dos o tres minutos. El niño debe asociar el acto de comer con algo agradable y positivo, no como un campo de batalla. Por otro lado, hay algo que no se suele tener en cuenta y es que cuanto más sólido coman, menos les costará la próxima vez. Es práctica, como hablar, como escribir, como tantos y tantos actos que acabamos automatizando. Muchos problemas asociados a la articulación del habla vienen por mantener la alimentación con purés y retrasar o no introducir el sólido. El acto de comer hace que ejercitemos la lengua, los músculos de la boca... A veces no nos damos cuenta de que algunas conductas pueden afectar a áreas concretas porque no sabemos la relación que hay entre ellas.

- Nos pide que le demos de comer. Un niño con tres años, puede comer perfectamente solo, a veces tendremos que ayudarles ( a partir el filete, a terminar la sopa), pero tienen que aprender, y si nosotros  se lo damos, puede ser muy cómodo y muy rápido pero es algo que debe hacer tarde o temprano y así no le estamos  beneficiando en nada. La solución sería, de manera progresiva, ir dejándole que lo haga solo: "unas cucharadas tú, otras yo" "tu el primer plato, yo el segundo"... hasta que lo haga totalmente solo y ya sabéis premiándole verbalmente o al final con algo que le llame la atención. Si se niega... no se lo damos, no damos pasos para atrás, no le decimos nada, él se dará cuenta que no obtiene ningún beneficio de esta manera. Se le quita el plato, cuando pase el tiempo que consideremos adecuado,  y ya está. Y ya sabéis, cara de " no me está afectando en absoluto tu comportamiento".

- Tarda mucho comiendo. Yo recomiendo: o tener un reloj analógico cerca o utilizar un reloj de arena. Tanto para el primer plato, como para el segundo y el postre. Un niño en tres cuartos de hora o una hora puede comer tranquilamente y bien.  Así que le avisaremos de cuál va a ser su tiempo: si sabe leer las horas, le decimos a que hora debe terminar cada plato; si no sabe, con el reloj le decimos dónde llegará la aguja larga y con el reloj de arena, que es muy gráfico para ellos y les encanta ( yo lo utilizo para recoger la clase), le diremos, tienes tres relojes para el primero, tres para el segundo...
Si tarda menos de lo habitual o come en el tiempo establecido...premio. Si se pasa el tiempo, se pasa al siguiente plato o se retira la comida. Un niño que no ha comido en ese tiempo, ni le va a encontrar sentido a lo que está haciendo, ni va a comer mucho más.

- Come poco o no quiere comer: Si es de tipo conductual, he comprobado que la manera en que presentemos al niño la comida influye mucho.  Es mejor presentársela plato a plato y con poca comida, que toda junta y a rebosar. Los niños cuando ven mucha cantidad de comida se agobian, se les hace cuesta arriba y piensan que no van a terminar nunca.  Sin embargo, si ven que es poco que la pueden terminar ellos solos, se animan y no les parece que comer sea una tortura. Al principio presentaremos menos comida y poco a poco le pondremos más según pasen los días, hasta que lleguen a lo normal para ellos. Un truco: cuando son pequeños  hasta los seis años se les puede engañar un poquito con el plato. Echándole lo mismo en un plato grande o en uno pequeño, siempre preferirán el pequeño. O también si es puré o legumbres... si ven pronto el fondo se animan mucho.

- No quiere probar algo nuevo. Dividiremos en pasos también. Un día lo tocará, otro lo olerá, otro lo chupará, hasta que lo coma.

- No come algunos alimentos concretos porque no les gusta. Aquí es donde pienso que la cantidad no importa, lo que importa es que coman una parte por lo menos. Es mejor que coman un poquito de lentejas, por ejemplo, y el resto de la comida, que ponerle un plato enorme y no coma casi nada, se tire delante del plato una hora y al final se lo acabemos dando de mala manera o gritándole.  Aquí se puede negociar con ellos: por cucharadas... por trozos...etc.

- No está sentado mientras come: Esto no suele pasar de un día para otro, se suele haber establecido porque hemos cedido en algún momento y le hemos dado de comer al niño por el pasillo, mientras juega...etc. Así que la mejor solución es no empezar a hacer todas estas cosas. Cuando se está comiendo, se está sentado y bien sentado. Si lo hace bien luego podrá ir a hacer todas las cosas que quería. Aquí se vuelve a  controlar el tiempo que debe durar la comida. Nosotros no nos debemos levantar si el  niño lo hace, porque también somos un ejemplo, y cuando  se come no hay que levantarse hasta que se termine. Si el niño se levanta, le indicamos que debe sentarse, no le damos la comida ni le perseguimos. Y según vaya pasando el tiempo le retiramos los platos, si no se sienta, no come. Ya sabéis sin gritos y todo muy tranquilo, nosotros seguimos comiendo como si nada. Si consigue sentarse por un tiempo prolongado, reforzamos positivamente, si no, no puede hacer lo que pensaba previamente, le cambiamos la actividad.

Otros aspectos a tener en cuenta:

- Si se puede comer todos juntos mejor. Si un niño come solo sabe que tiene toda la atención para él. Además el momento de la comida es un momento muy familiar, donde todos podemos hablar de lo que nos ha sucedido en el día, si hay algo que nos preocupa...etc. Si el niño habla mucho, con el control del tiempo lo tenemos solucionado.
- No se come con la televisión puesta : Por lo que anteriormente he dicho, es cuando podemos hablar todos y, si el niño está viendo los dibujos mientras come se puede distraer, pierde el interés por la comida...  La televisión debería ser para estar un ratito viéndola después de comer.
- Si no ha comido cuando debía no se le da comida hasta que le vuelva a tocar comer. Cuando el niño tenga hambre comerá.  Pero, ¿ de qué sirve todo el trabajo que hemos hecho durante la comida si después le damos tres yogures porque es lo que le gusta? Nos habremos esforzado para nada.
Somos su ejemplo, por lo tanto no podemos pedir que coman verdura, si nosotros no la comemos, que no estén pendientes de la televisión si nosotros nos quedamos absortos con ella, ...etc
- Tener muuuuuuuuucha paciencia. La alimentación de los niños es una de las cosas que más nos puede desesperar. Pero hay que pensar que nosotros somos los adultos, los que debemos manejar la situación y mantener el control, y no el niño. Porque, en muchas ocasiones, los niños utilizan la alimentación por esto mismo, porque nos desespera, para tener su "momento de gloria", para bien o para mal.
- Y ya sabéis, si hace algo bien....reforzárselo.

El tema de la alimentación es muy extenso, yo sólo he plasmado una pequeña parte, la que creo que os puede ayudar. Pero si tenéis alguna duda o sugerencia, en el apartado de comentarios estaré encantada de resolverla. 

Una última cosa: No puedo evitar dedicarle esta entrada a mi madre y mi tía Pacita, que tanto lucharon conmigo para que yo comiera de pequeña... Y cómo véis aquí estoy... y me he quedado muchas veces sin comer,..y como de todo y fenomenal. ¡Ja,ja,ja!



 

lunes, 20 de enero de 2014

Libros para la motivación del control de esfínteres


Los libros son un recurso muy valioso cuando queremos instaurar rutinas, hábitos, modificar conductas. .. 

En el control de esfínteres pueden ayudarnos para motivar a los niños.
 A continuación, a parte del libro que recomendé en la anterior entrada, os  presento los siguientes:
  • “¡Tengo pis!” 
Autor e ilustrador: Mo Willems
Editorial: entreLibros
Este libro muestra las diferentes sensaciones que los niños sienten cuando tienen ganas de hacer pis. Ayuda a que no se asusten ante lo que sienten y habla de la importancia de lavarse las manos.
  • “El libro de los culitos”
Autor: Guido van Genechten
Editorial: SM
Muestra diferentes culitos, por tamaños, de animales, para normalizar el uso del orinal.
  • “CACAnimales”
Autor: Benoit Charlat
Editorial: Combel


Nos presenta diferentes animales sentados en el baño. Ayuda en el proceso de hacer caca, algo que muchos niños ven como extraño y les cuesta al principio. Por ello, el cuento felicita al final al niño por haberlo hecho.


Estos libros podemos encontrarlos en cualquier librería. Aunque mucho más interesante sería visitar con el niño la biblioteca antes y ver si allí tienen alguno ,de esta manera estaremos enseñándole a comportarse en un contexto diferente e inculcarle el cuidado de los libros.






    viernes, 17 de enero de 2014

    Cómo quitar el pañal.



    


    Hasta que haya alguna sugerencia con respecto a los temas iré publicando entradas sobre algunos  que me parecen que os pueden interesar.

    La retirada del pañal da muchos quebraderos de cabeza a los padres. No saben muy bien cuándo hacerlo, cómo, si pueden dar marcha atrás si se arriesgan...

    Con este artículo espero despejar algunas dudas.

    Lo primero que explicaré serán los INDICADORES que nos llevarán a pensar que nuestro hijo/ alumno está ya preparado para ese cambio. Son los siguientes:

    • la edad: Aunque no se puede generalizar, ya sabéis, en torno a los dos años suele ser el momento.
    • una motricidad adecuada para poder vestirse, desvestirse, bajarse la ropa interior, poder sentarse solo en el orinal...
    • un nivel de lenguaje que le pueda ayudar a expresar sus necesidades: pueden ser sólo palabras (pis...caca) no hace falta que construya las frases de manera correcta.
    •  vemos que retiene el pis más que antes ya no hace tantas micciones al día sino que las va agrupando en otras de mayor cantidad y más distanciadas en el tiempo.
    • se siente molesto  y nos lo hace saber o nos llama la atención cuando micciona o defeca.

    Hay mucha gente que prefiere esperar o adelantarse a la llegada del buen tiempo para quitarlo, pero mucho CUIDADO: hay que basarnos sobre todo en el desarrollo evolutivo del niño. Y un niño muy inmaduro, no debería comenzar a realizar el control de esfínteres. Por otro lado, si se espera demasiado podemos hacer que pierda el interés.
    Si se pudiese, es mejor el verano, por lo que conlleva el mancharse en un parque (en invierno pueden coger frio), el tener que lavar mucha ropa, que se seque a tiempo... etc. Pero lo dicho, lo más importante es guiarnos por el niño.

    Otra cuestión es que si el niño va a guardería o escuela infantil, debemos seguir las indicaciones que el personal del centro nos den, no hacerlo por nuestra propia cuenta. El método o el proceso que a continuación os explicaré es uno de muchos, por ello, y para no interferir, acataremos las pautas que nos marquen, aunque no está de más que tengáis en cuenta la información que os estoy proporcionando.
    Pero si observáis que vuestro hijo ya está preparado, no dudéis en comunicárselo a su tutora, para que ella os indique si, efectivamente, considera que es el momento.

    El PROCESO para quitar el pañal que yo os propongo es la siguiente:

    Lo dividiré en tres semanas, pero se puede adelantar o permanecer más tiempo en un punto si vemos que el niño lo necesitase:

    - Primera semana: 1hora por la mañana y otra por la tarde. Le quitamos el pañal durante ese tiempo y no se lo ponemos, pase lo que pase. Cuando se lo quitemos le ponemos en el orinal un ratito, no toda la hora ¿eh? y cuando se lo volvamos a poner, otra vez. Si nos lo pide pues también, que vea que estamos interesados. A veces pueden estar mucho tiempo porque les gusta y están muy motivados, dejadles, no pasa nada, es mejor alimentar su interés y , por probabilidad, es posible que se de alguna micción o defecación en esos momentos. Las primeras micciones suelen ser por azar, por ello si consigue hacer pis o caca, le montamos una fiesta  (así en todo el proceso) para que el niño vaya asociando el acto de ponerle en el orinal con el de hacer pis. Ejemplo: de 10 a 11 de la mañana y de 4 a 5 de la tarde.

    - Segunda semana: 2 horas por la mañana y otras 2 por la tarde. Lo mismo que en la anterior pero le ponemos una vez más entre hora y hora si no nos lo pide. Ejemplo: de 10 a12 y de 16 a 18 h.

    En este punto deciros, que es posible que en todo ese tiempo sin pañal, el niño no se haga nada encima ni en el orinal. No os preocupéis, es una señal de que está reteniendo y que el proceso va bien. El control de esfínteres es eso: aprender a evacuar y también a retener.

    - Tercera semana: Toda la mañana, desde que le quitamos el pañal de la noche hasta el de la siesta y, desde el de la siesta hasta el de por la noche.  Le pondremos varias veces en el orinal, le recordaremos si quiere ir al baño... Se den las circunstancias que se den por medio: cumpleaños, parque,....

    A los niños, a diferencia de las niñas, al final de este punto hay otro trabajo más que hacer y es enseñarles a hacer pis de pie y caca sentados. Al principio les ayudaremos colocándoles las manos para que se cojan el pene, después lo harán ellos solos. Les diremos: " Mira qué mayor, como papá"

    El pañal de la siesta lo quitaremos cuando veamos que se levanta varios días seguidos seco. El de la noche lo mismo, pero por éste no os preocupéis porque es el que se quita más tarde  hasta los tres años más o menos podemos estar sin quitarlo.

    RECOMENDACIONES Y CONSEJOS:

    - Si decidimos quitarlo, lo quitamos. No hay que dar marcha atrás en ningún caso. De ahí que al principio de la entrada os haya planteado los indicadores. Hay que estar muy seguros, porque si no es así puede ser muy frustrante tanto para el niño como para los padres.
    - No os desesperéis, cada niño lleva su propio proceso. Hay niños que en una semana lo pueden conseguir y otros se tiran tres meses, lo importante es seguir su ritmo y no forzar, ni para parar ni para acelerar.
    - La motivación es muy importante. Hay que festejar cada vez que haga pis o caca. Mostrarle el hecho en sí, como algo de mayores, genial.
    -Si el niño no quiere sentarse en el orinal, no forzarle, se le puede ir preguntando en diferentes ocasiones, estar con él al lado, hacerlo primero con el pañal para que vea que no pasa nada y después quitárselo.
    - El niño lo debe ver como algo muy positivo, no como un martirio.
    - No se le debe regañar si se lo hace encima, debemos recordar que está aprendiendo. Simplemente le diremos que tiene que avisar, recordarle dónde se hace, dónde está el orinal. Y si es pis, que se desvista y vista sólo, de esta manera fomentaremos su autonomía.
    - Informar al entorno sobre el proceso. Ejemplo: si se queda con los abuelos, que no le pongan el pañal si no le toca. Todos deben colaborar.
    - No comparar con otros amigos, hermanos, vecinos. Çada niño es único.
    - Podemos utilizar primero el orinal y luego un adaptador para el baño. Que se acostumbren a tirar la suciedad por el retrete al terminar y tirar de la cadena ( puede ser un refuerzo positivo para ellos, pues les encanta).
    -Establecer las rutinas de higiene como "intentar" limpiarse, nosotros lo revisaremos después y lavarse las manos después.
    - Hay muchos libros que hablan sobre este tema para motivar al niño. Este que os muestro es un ejemplo.

    Hasta aquí la entrada de hoy, si tenéis alguna duda o queréis realizar alguna sugerencia o aportación, ya sabéis, en el apartado de comentarios. Estaré encantada de leeros.

    Espero que haya sido de vuestro interés.

    martes, 14 de enero de 2014

    Artículo recomendado: La impronta de ser el hermano mayor

    Os recomendaré artículos relacionados con una entrada reciente, para que déis vuestra opinión y contéis vuestra experiencia.
    Este artículo me lo ha pasado una amiga, me parece muy interesante y muy realista. Seguro que muchos os sentiréis reflejados en él.
    Y si tenéis al menos dos hijos, os ayudará a reflexionar sobre la carga de responsabilidad que a veces se le da a los mayores.
    Espero que os guste.

    http://www.abc.es/familia-padres-hijos/20140113/abci-impronta-hermano-mayor-201401081355.html


    domingo, 12 de enero de 2014

    Los celos ante la llegada de un nuevo hermano

     

    Comienzo mi andadura en este blog con un tema recurrente en las tutorías con los padres: los celos entre hermanos.
    Me centraré más en la llegada del nuevo miembro a la familia, aunque esto no quiere decir que los celos sean exclusivos de esta etapa. Es más, una de las etapas donde más celos  muestran los hermanos mayores es cuando los pequeños rondan el año-año y medio. Pero las conductas que se observan son las mismas, al igual que las pautas que seguiremos.
    En cuanto a las CONDUCTAS que observaremos serán principalmente:

    • de carácter físico: vómitos, trastornos en la alimentación y el sueño. A veces se inventan síntomas para captar la atención
    • de carácter emocional y conductual: rabietas, lloros, cambios de humor, agresividad, más mimosos de lo normal, rechazo a las normas por sistema, hostilidad hacia los padres y hermano...
    • de carácter regresivo: el niño se vuelve a hacer pis encima, si ya lo había conseguido; pide el chupete, que le demos de comer, habla como un bebé, quiere ir en el carro...
    Todas estas conductas dependerán de cada niño, ni se dan todas, ni ninguna en exclusiva. Por ello, no caigamos en el error de las comparaciones si conocemos otros casos o tenemos más hijos. Cada niño es diferente y cómo tal tendremos que tratarle.
    La edad es otra variable a tener en cuenta; desde los dos hasta los seis años, suele ser la etapa más crítica de la edad del mayor. Más pequeños, reciben prácticamente la misma atención y, más mayores, tienen una mayor capacidad para entender la nueva situación y razonar.
    Ante el nacimiento del nuevo bebé debemos preparar el terreno con respecto al hermano mayor. Esto conseguirá minimizar sus reacciones y, en ese momento, cuando tendremos más tiempo, podremos explicarle cuál va a ser la realidad que vivirá. ¿Qué debemos hacer ANTES de su llegada?

    • Ser realistas y claros ante la nueva situación: No podemos decirle al niño que va a jugar con el bebé puesto que esto no va a ser así. Todo lo contrario, seguramente le diremos que tenga cuidado, que no lo puede coger de esta u otra forma...
    • Mostrarle imágenes de cuando él era bebé y explicarle los cuidados que necesitó, que van a ser los mismos que los del hermano. Podemos comentarle que podrá participar en ellos
    • Se debe evitar cualquier cambio, según se acerque el momento, como la retirada del pañal, del chupete, cambio de cuna a cama o de habitación. Si por su desarrollo lo precisara, lo haremos en la primera mitad del embarazo. De otra forma, puede ser que vea  la llegada  como una amenaza que le quita "privilegios".
    • Si se pudiese, durante la hospitalización de la madre tras el parto, convendría que por lo menos una noche el padre la pasase con el mayor y que le preparase para el momento de conocer a su hermano.
    • Muy importante: evitar comentarios del estilo: " pobrecito, claro como le van a quitar el sitio... (de abuelas, tíos...), " ya verás cuando llegue el hermanito...(en tono negativo),...etc.
    Cuando comiencen las conductas relacionadas con los celos, ante todo, intentar mantener la calma y pensar que cada niño es diferente, probar qué pautas funcionan con él y emplearlas. Por otro lado tener mucha la paciencia porque el cambio puede no ser automático... todo lleva su tiempo y éste depende de cada niño.
    Las PAUTAS  que recomiendo son las siguientes:
    • No cambiar las rutinas, en la medida de lo posible. Siempre hay que intentar que sean las mismas que antes de la llegada del bebé, se le puede incluir en ellas. El momento del baño, de ir a dormir, de despertarse...
    • Leerle libros sobre personajes que tienen un hermanito. De esta manera el niño se identificará con el personaje, expresará sus sentimientos con respecto al tema (que no juzgaremos en el caso de que sean negativos, sino que basándonos en el personaje reestructuraremos su pensamiento hacia los positivos. Ejemplo: Niño: es que la mamá está todo el tiempo con el bebé...Papás: Claro porque el bebé es muy pequeñito y no puede hacer las cosas solo, pero el hermano puede ayudarles porque es muy mayor...y la mamá se pondrá muy contenta con él)
    • Ser firme y coherente con lo que se dice. Ejemplo: En positivo: si le hemos prometido leer un cuento porque se ha portado bien, cumplirlo. En negativo: si no se quiere comer lo que hay en el plato como llamada de atención y le decimos que si no lo hace se irá a la cama...sin necesidad de negociación. Normalmente a este tipo de situación le suele acompañar una rabieta. Cuando pase, se habla con él y se analiza su comportamiento anterior
    • "Cara de póquer" y acción en el momento ante un comportamiento negativo. Aunque nos cueste mucho, aparentar calma y dar a entender que no nos está afectando su rabieta o conducta y seguir con lo que estábamos haciendo. Eso no quiere decir que no le digamos que lo corrija o que no está bien  lo que hace. (Ejemplo: tira un juguete. Cara de no me ha afectado en absoluto y le mandamos que lo recoja, pero con calma, no le gritamos ni lo recogemos nosotros, lo tiene que recoger él, tarde el tiempo que tarde).
    • Todo lo contrario ante conductas positivas. Paramos la situación y lo celebramos como una fiesta 
    • Pasar un tiempo exclusivo con el niño al día, si se puede. Eso no quiere decir que haya que volcarse en el mayor. Es importante que tenga "su momento", a ser posible con los dos o, uno con mamá y otro con papá, y recalcando que dispone de ese tiempo porque es mayor o ha hecho algo fenomenal. Establecerlo como un momento más del día 
    • Darle algún tipo de responsabilidad en la casa, que se sienta importante. Ayudar a poner la mesa, recoger la ropa..., algo que ellos vean que es productivo. Le volveremos a recalcar que lo puede hacer porque es mayor
    • Hablar del tema con ellos: los niños pueden entender más de lo que creemos. Explicarle que habrá veces que tendrá que esperar un poco para que le podamos atender, si surge cualquier imprevisto con el bebé, pero que sabemos que lo hará muy bien porque es muy mayor y que le haremos caso en cuanto podamos. Asimismo, si se da la circunstancia, reforzarle positivamente cuando le vayamos a atender ("muy bien, qué mayor, has sabido esperar")
    • No caer en regresiones por nuestra parte para que se sienta mejor atendido, si dormía en su cama que siga durmiendo... si comía solo, ídem... No le beneficiamos y no le estaremos atendiendo mejor. Como he comentado antes debemos normalizar la situación y mantener las rutinas lo más exactas posibles.
    • No hacer comparaciones del tipo: Mira que bueno es tu hermano y tú te has portado fatal... etc
    • Evitar hablar delante de él sobre su conducta y sus celos, entre los papás, la familia y otras personas del entorno. Se dan cuenta de todo y ven que estamos preocupados por ello.
    Además podremos reforzar el comportamiento positivo con registros de conducta con refuerzo positivo, sobre todo con los hermanos mayores de entre 2 y 6 años, porque de esta manera se refleja en algún sitio y ellos lo entenderán mejor. Pero como este recurso se puede utilizar para múltiples problemáticas, lo explicaré en otra entrada.
    Hasta aquí mi nueva entrada, sólo es un ejemplo de como hacerlo. Espero vuestras aportaciones, consultas y experiencias.
    Gracias por seguirme.

    viernes, 10 de enero de 2014

    ¿Cómo funcionará?

    Mi intención es que sea un blog dinámico donde se de un lugar a todas la opiniones y experiencias personales respecto a los temas que vaya planteando, siempre y cuando se plasmen desde el respeto. 
    Hay infinidad de temas que tratar, pero quisiera priorizar aquellos que a vosotros como padres más os preocupen, por ello se admiten todo tipo de sugerencias sobre éstos.
    Me gustaría también que me enviáseis mensajes con dudas del día a día, que a lo mejor son tan puntuales que simplemente con una contestación os las puedo resolver. Hacedlo a través del apartado de comentarios, al igual que vuestras sugerencias.
    Si vuestras visitas crecen podremos hacer debates acerca de temas educativos de actualidad ( el bilingüismo, el uso de tablet en el aula, el colecho...)
    ¡Y... muchas cosas más que tengo en mente! , pero que iré concretando sobre la marcha.

    Vamos allá..................................

    El porqué de este blog

    Me llamo Cristina López de Urda soy Maestra de Educación Infantil y psicopedagoga, especialista en Educación de Sujetos Excepcionales y experta universitaria en Terapia cognitivo-conductual de los trastornos de la infancia y la adolescencia.
    Soy una apasionada de la Educación, ¡es lo que más me gusta!. Por ello, lo elegí como profesión y ya llevo 10 años trabajando en ello.
    Cada día aprendes una cosa diferente, algo que te sorprende, y es que trabajo con personas o "personitas" que me enseñan y hacen que cada vez valore más mi trabajo y su importancia en la sociedad de mañana.
    La idea de crear un blog de Educación, más enfocado hacia la Psicopedagogía, llevaba mucho tiempo rondándome la cabeza. Pero es ahora, que voy a ser madre cuando veo que adquiere un mayor sentido. Plasmaré mis conocimientos, aprenderé y ahondaré más en determinados temas e intentaré resolver esas "dudas de papás" que, los de mis alumnos, me han ido preguntando a lo largo de mi trayectoria profesional, y las que me planteen las personas que sigan este blog. 
    Además ya no lo veré desde un único punto de vista, el profesional, sino que podré empatizar más con los padres ante mi nueva situación. Y esto considero que me enriquecerá, al verlo de una manera más global. 
    Espero que os guste y os ayude.

    Cristina